lunes, 25 de agosto de 2014

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~La niñera~Capítulo 9

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he aqui el siguiente cap de este fic que al parecer les esta gustando, aunque a mi la verdad (2) no me acaba de caer bien >.> 
Por cierto este capítulo tiene algo de LEMON u.u

(1) tu nombre
(2) el nombre de tu Johnny
(3) el apellido de tu Johnny

(2) POV

—Claro, Sara, yo… yo te avisaré—Me alejé sigilosamente de ella, porque ya estaba tan cerca que me estaba poniendo incómodo (bastante irónico diría yo).

—Espero que asistas—Me dijo y se mordió el labio, se acercó de nuevo, yo me alejé y me caí del sillón, Bravo—Oh dios ¿estás bien?

— ¡Sí!-Casi chillé y me levanté del suelo antes de que ella alcanzara a tocarme, me estaba comportando como a los 4 años cuando le tenía asco a las chicas.

—Vale, ya me voy—Por su cara enojada y su gruñido creo que al fin había captado la indirecta.

—Nos vemos en la fiesta, si voy—Murmuré yo pero su única respuesta fue el portazo cuando salió.

Suspiré y me froté las cienes, me estaba –probablemente- volviendo loco por culpa de cierta señorita gruñona de por ahí. Hace como un mes se había metido en mi vida sin que ninguno de los dos quisiera, hace como 3 semanas hice una apuesta con Takumi, y hace como dos semanas que no paro de evitar a las chicas porque no puedo fijarme en ninguna más que en ella, y hacerle la “ley del hielo” durante tres días no ha servido para quitármela de la cabeza, incluso es peor porque la duda de saber qué está haciendo, qué está pensando me está comiendo vivo (aunque ya sé que piensa que soy un tonto mujeriego que le gustaría mandar a la mierda).

Pero de todos modos me había decidido (casi del todo) a decirle lo que sentía, aunque probablemente me golpearía y me escupiría en la cara (no, no exagero). De todas formas tenía que hacerlo porque quizás un rechazo directo me hiciera entrar en razón y me haría dejar de evitar chicas como si estuviera comprometido con alguien.

Subí la escalera y golpeé la puerta de su habitación levemente, no recibí respuesta así que solo entré. (1) estaba durmiendo y con el sepulcral silencio podía escuchar hasta aquí la música de su iPod sonando. Me acerqué y me acosté junto a ella en la cama, la maldije unas diez veces por hacerme esto; ninguna conquista en 3 semanas, y todo por su culpa, porque no salía de mi cabeza y menos luego de lo que había pasado hace cuatro días. Sinceramente me encanta esta chica, así bipolar y gruñona como es, simplemente es diferente a las demás, no es una muñequita de esas que son tan flacas y tan huecas que fastidian, de las que me aburrí desde que conocí qué es una mujer de verdad (ella).

Me parece tan estúpido que de todas las chicas del mundo justo me fuera a enamorar de la que me repudia como nadie en este mundo, la chica con la que menos posibilidades tengo de salir (o de salir vivo). Y con lo antipática qué es, ¿Cómo demonios puedo soportarla? Se enoja por cosas que yo ni siquiera sé y me critica por todo. Aun así la sigo encontrando molestosamente perfecta. ¿Por qué simplemente no puedo odiarla como ella a mí? Le acaricié la mejilla cuidadosamente para no despertarla, hasta dormida me volvía loco.

Era oficial, yo estaba malditamente demente por esta chica.



Me quedé un rato observándola hasta que me dije que mejor no postergaba lo que tenía que decirle. Me levanté, dispuesto a despertarla pero se me hizo un nudo en la garganta y no pude hablar. No me extrañaba, de todos modos jamás le había confesado a una chica que me gustaba, porque…. Quizás habrán habida chicas que me atraigan (físicamente) pero (1) era diferente, me atraía de todas las maneras que una mujer podía atraer a un hombre, y la odiaba por eso.

Bajé de a dos escalones hasta llegar al primer piso, le abrí la puerta a nuppi quien se me tiró encima antes de subir corriendo hasta la pieza de (1). Lo seguí de cerca y cuando entré había tirado a la chica al suelo y la estaba lamiendo entera, me reí.



—Ey nuppi—Lo llamé y se me tiró encima enseguida—. Perro malo, te dije que no entraras.

— ¿Estás bien?—Me apoyé en la cama y le pregunté al ver que no se levantaba del suelo.

—Sí.

—Déjame ayudarte—Le dije y la cogí de la cintura. No sé si fue mi idea o ella opuso resistencia, pero la levanté de todos modos. Me reí al ver su aspecto, recién levantada, con el pelo revuelto y toda babeada por el perro, ¿Que la siguiera encontrando la mujer más hermosa del mundo era extraño? Quizás no. –Estas horrible

—Ya lo sé—Dijo y se pasó la manga de su playera por la cara. Ella me miró y mi sonrisa se fue ¿Qué se supone que tenía que decirle ahora?

—(1), tengo que hablar contigo.

— ¿Para qué?

—Es importante, aunque te recomendaría arreglarte primero—De nuevo fui cobarde y quise postergar mi confesión.

—Puedes decirlo ahora.

—No puedo decirlo ahora.

— ¿Entonces?

—Te lo digo al rato, pero es importante.

— ¿Es malo?

—Quizás

— ¡(3)!

—Vale, vale, no es malo, pero sí importante, así que espero a que estés lista—Dije y salí del cuarto, aún no estaba seguro de cómo iba a hacer esto.

Como media hora después bajó (1) con la misma ropa pero algo más arreglada que hace rato.

—Oye, lamento lo del otro día—Dije pasándome la mano por el pelo. Eso significaba una cosa: nervios. ¿Cuánto tiempo había estado sin hacer ese gesto?

— ¿Qué cosa?—Preguntó extrañada.

—Cuando dije que dudaba que alguien pudiera soportar tu actitud—Ella frunció el ceño.

— ¿Te estás disculpando solo por eso o hay algo más que tengas que decirme?

No sé si pueda soportar esa mirada de desprecio otra vez, que ya me tiene más que aburrido. ¿Actuar o hablar? Porque no sé si decirle que me gusta, o besarla que es lo que en realidad quiero, así que opto por actuar. La tomo de la cintura y la beso, sus labios saben tan bien y su tacto es tan embriagador, sobre todo cuando me doy cuenta de que no está poniendo resistencia alguna y me está besando casi tan fervientemente como yo a ella. Enredó sus manos en mi cabello vacilantemente y yo la envolví entre mis brazos lo más fuerte que se podía sin llegar a lastimarla, solo que no quería dejar que se fuera por ningún motivo, cosa que habitualmente hacía luego de insultarme y decirme lo hijo de **** que era.

El tiempo se hizo completamente etéreo al igual que la realidad y ahora solo estábamos nosotros dos mezclando nuestras pieles y nuestros alientos, como siempre me pasaba que la besaba aunque estaba seguro de que ella creía que ella era solo otra más de mis conquistas, pero en realidad (1) realmente me hacía sentir diferente, y tan solo pensar en ella me había hecho alejarme de toda la raza femenina por decisión propia.

Alejarme de ella cuando éramos más jóvenes había sido un error tan enorme como el hecho de que me enamorara de ella ahora. Recuerdo que siempre me había gustado y supongo que yo le gustaba a ella, luego por intentar olvidarla me alejé, y ella se alejó, y nos alejamos y nos perdimos en el tiempo. Íbamos creciendo y yo ya era todo un rompe corazones, y ella la chica más correcta del mundo. A veces me quedaba mirando desde mi ventana, cuando estaba en su habitación leyendo, durmiendo, con sus amigas o cualquier cosa (aunque lamentablemente cerraba las cortinas cuando se cambiaba), porque simplemente la encontraba hermosa y en ese momento ninguna chica se me iba de la mira, y tenía a mi amiga de la infancia como objetivo, fue por eso que cuando escuché a mis padres hablar de conseguir a alguien para cuidar a Aoi y a saya fui yo quien les dio la idea de contratar a (1). No fue una tan mala sugerencia, ¿O quizás sí? ¿Quién sabe? Ahora parecía una muy sabia decisión de mi parte.

La llevé a ciegas hasta la escalera y ahí la tomé en mis brazos para poder subir con ella hasta mi habitación, y le agradecía al cielo que aún no me pusiera ningún tipo de resistencia ni me golpeara. Cerré la puerta detrás de nosotros y la aprisioné entre ésta y yo, llevé mis besos a su cuello haciéndola suspirar, se quejó cuando se lo mordí pero sabía que en realidad había sido una queja de las buenas, le besé el hombro justo antes de bajarle el cierre de su vestido y que éste cayera automáticamente al suelo.

Mientras yo estaba pendiente de admirar la escultura humana que tenía en frente, ella llevó sus manos a mis hombros y los acarició, luego recorrió todo mi torso hasta que sus manos se escondieron debajo de mi camisa y me acariciaron el abdomen, volviendo oficialmente loco, le mordí el cuello como venganza y luego le besé la mandíbula, ambas mejillas y luego los labios, dejando su sabor grabado permanentemente en mi cabeza.

(1) POV

Me besó. Lo besé. Nos besamos como si nuestra vida dependiera de ello, y me acorraló contra la pared; Mucho más ancho, musculoso y como 15 centímetros más alto que yo me hacía sentir tan atrapada como excitada y eso era profundamente molesto en aquel momento ahora estaba haciendo exactamente lo que se suponía que no tenía que hacer.

—No, espera yo…

—Shhh, no, está bien—Me susurró con voz ronca, y me levantó en sus brazos para que nuestros labios quedaran a una altura proporcional, no me importó que sus manos estuvieran tocando un lugar inapropiado de mi anatomía, tampoco me importó que mis pies no tocaran el suelo, así que solo lo abracé fuerte por el cuello y le seguí el beso, perdiéndome en sus deliciosos labios, sabiendo que estaba cometiendo el peor erro de mi vida.

Una parte de mí me decía que esto no traería nada bueno consigo, pero la otra parte estaba como “Intenta detenerlo y no vivirás para contarlo.

—(2)…—Se supone que era un reclamo, pero mi voz estrangulada lo había transformado en un gemido ahogado que tenía propósitos mucho más íntimos que intentar detener el asunto.

— ¿Qué cosa?—Me susurró al oído y me apretó más contra él (si es que eso era posible)

Nos caímos en la cama conmigo encima, me acomodé mejor y besé su cuello, que olía a jabón de menta, a un perfume desconocidamente delicioso y a un olor perfecto que era solo suyo. Este era exactamente el juego que empleaba (3) y yo estaba siendo lo suficientemente tonta como para jugarlo con él. Con manos temblorosas desabroché el primer botón de su camisa, luego el segundo, tercero, hasta llegar al séptimo. Acaricié su pecho desnudo mientras compartíamos nuestros labios otra vez, se removió un poco para poder quitarse la camisa. Estaba a punto de desabrocharle el cinturón pero giró y yo quedé aprisionada entre su cuerpo y la cama, impidiendo mi cometido. Sentí que moriría cuando sus labios besaron mi pecho con delicadeza, sin ser siquiera una caricia muy íntima, de todos modos mandaba corrientes eléctricas a mis extremidades y me tenía temblando de anticipación. Más abajo, en el escote de mi brasier, sus besos eran más íntimos, por ende las corrientes eléctricas más fuertes y amenazadoras.

A pesar de que esta escena era única, yo no podía dejar que el placer nos consumiera y que (2) consiguiera lo único que quería de mí, pero el problema era que quizás yo también lo quería.

—(2), ¿qué estamos haciendo?—Siseé, pero él pareció no escuchar. Ni yo misma lograba reconocer mi voz ahora, que estaba tan ronca, agitada y caliente que podía ser de cualquier persona menos mía—. Mmm, (3) es…

—Esto es el mismo paraíso y hablar no va a detenerme-Murmuró y besó mi cuello de nuevo, lo mordió y yo gemí, sabiendo que ahí había quedado una buena marca roja de sus dientes. Su nariz hizo cosquillas en mi cuello a posta, y yo tuve que contenerme una risa idiota. Su nariz y sus labios acariciaron con cuidado toda mi cara, su aliento estaba chocando contra mi oreja.

—Tócame—Me susurró con una voz tan sensual que era imposible negarse.

Llevé mis manos a sus hombros y los acaricié con cuidado, como dándoles un masaje, dijo algo que no alcancé a entender y volvió a buscar mis labios con desenfreno, Acaricié su espalda y luego su cuello, todo su torso recordando cada hueso sobresaliente, cada vello, cada músculo, la textura…

Estábamos lentamente cayendo a un precipicio lleno de placer y un lugar en donde los sentidos eran tan etéreos como en los sueños. Jamás, jamás me habían sentido tan bien como me sentía ahora, sus manos me hacían sentir como si de verdad pudiera volar, me acariciaban con tanta eficacia, que podría estar así el resto de mi vida.

Abrí mis ojos y solté un gemido más por la sorpresa que por el dolor que era jodidamente delicioso. Yo ya no tenía el brasier puesto y él estaba haciendo de las suyas con su boca. Con una mano me aferré a su pelo y con la otra a las sábanas, y me restregué contra él, inconscientemente, sintiéndolo más. Gruñó y murmuró otra cosa que tampoco alcancé a entender, Se apartó de mí y estuve a punto de protestar, pero solo estaba hincado en la cama luchando con sus pantalones. La yo perversa me ordenó que me levantara, agarré las muñecas de (3) y las aparté del cinturón, lo besé en los labios y me encargué de terminar con lo que estaba haciendo. Seguí besándolo y le desabroché el pantalón, rozando a posta el bulto que éste escondía, (2) volvió a gruñir y me pareció el sonido más excitante que hubiera escuchado en mi vida. Quedamos al revés en la cama pero lo obligué a acostarse y me senté a horcajadas sobre él, sus ojos hambrientos devorándome me estaban dando el valor de hacer cosas que jamás me había imaginado hacer.

Lo besé en el cuello y me moví sobre él, no fue muy claro pero escuché algo así como un “deja de torturarme” de sus labios jadeantes, sonreí y no pensé en hacerle caso, besé su pecho y dejé que mi cabello le hiciera cosquillas mientras yo descendía lentamente hasta el hueso de su cadera, lo besé y bajé los pantalones, un poco, no lo suficiente, solo lo suficiente como para torturarlo un poco más.



—(1), por favor—Casi me suplicó y eso me hizo reír, pero me aguanté. Bajé los pantalones hasta sus rodillas y besé el bulto por debajo del bóxer—Oh, joder—Gruñó, lo estaba torturando, pero no era tanta tortura como para que intentara detenerme.

Otro beso más sobre el bóxer, (3) agarró las mantas con las manos y las apretó con fuerza mientras gruñía como si de verdad lo estuvieran torturando. Me agarró de la cintura y me dejó debajo de él de nuevo, acabando con la supuesta tortura.

Se bajó los bóxer y… oh. Dios. Mío.

Estaba respirando agitadamente cuando sentí su humanidad presionando en mi entrepierna, eso no iba a caber ahí, yo estaba segura. Dejé de respirar inconscientemente cuando el vacío dentro de mí se llenó completamente, El aire se escapó con fuerza en un sonido estrangulado, que se repitió constantemente mientras (3) me embestía a un ritmo tan perfecto como degradante. La sensación que recorría mi cuerpo en ese momento era tan inexplicable como única, Esto no era sexo, al menos para mí. Cerré los ojos y bloqueé mi sentido común, ya tendría tiempo para arrepentirme después, ahora solo quería disfrutar de la sensación de ser solo uno.

~~~~

A la mañana siguiente me desperté con una extraña pero deliciosa sensación embargándome el cuerpo. Un frío me recorrió el cuerpo y me di cuenta de que solo tenía la ropa interior puesta, me tallé los ojos y mi irrealidad se adaptó a la realidad; los recuerdos de la noche pasada me envolvieron y me cegaron unos breves segundos, hasta que me di cuenta de lo que exactamente había hecho.

Había dejado que (3) (2) ganara.

Sí, ganar era la palabra adecuada porque ese era el juego que se había propuesto jugar desde que yo había puesto un pie en esta casa, con sus flirteos y galanteos. Nada sorprendente, y aun así había terminado justo como todas esas chicas que de verdad creían que significaban algo para (3), ellas no entendían que simplemente (2) buscaba entretenimiento.

Era increíble que recién levantada hubiera podido pensar todo aquello, porque si no fuera porque (2) se estaba removiendo a mi lado, no me habría dado cuenta de que estaba al lado mío, más cerca de lo que yo lo quería tener. Me propuse gritarle que lo odiaba y que esto había sido una completa estupidez y que no esperara que sucediera de nuevo, pero las palabras simplemente no lograron salir a la luz.

Abrió los ojos y me miró, había despertado recién y yo no estaba segura de saber qué decir.

—No puedo creer que lo consiguieras—Murmuré, pero estaba tan sorprendida y arrepentida de mí misma que ni siquiera pude decirlo con todo que le dejara saber lo enojada que estaba.

— ¿Conseguir qué cosa?—Preguntó sonriendo, No, no era de sus sonrisas burlonas.

—Esto, tonto—Espeté, ahora sí el tono enojado fue claro, (3) se sentó en la cama y me miró unos segundos, como analizándome. Yo estaba mirando al frente pero podía verlo de soslayo.

— (1)—Me llamó en tono serio, pero no quise voltear, no quería ni siquiera mirarlo, estaba demasiado avergonzada de mí misma como para hacerlo. Me obligó a mirarlo poniendo su mano en mi mejilla, e hizo lo único que no me esperé que hiciese: me besó. Sus labios delinearon los míos con esa destreza tan característica de él, me rodeó con sus brazos firmemente, así que tuve que descartar la idea inexistente de intentar escapar.

—Escucha—Susurró, apenas se había separado un centímetro de mis labios, y nuestras frentes estaban juntas—. De verdad, de verdad que no sé cómo lo hiciste, pero me gustas, mucho.

Procesé las palabras por lo menos tres veces porque sabía que algo estaba fallando y yo no estaba entendiendo el mensaje completamente. ¿Yo, gustarle, de verdad? La idea me atropelló como el más dulce e intenso tornado. Respiré profundamente y lo miré recelosa.

— ¿Qué estás diciendo?

—Eso, que no te he perseguido porque no soporte tener amigas o por el mero hecho de hacerlo…— se calló y se revolvió el cabello, estaba nervioso—. Entenderás que no suelo decirle esto a las chicas y es más complicado de lo que pensé…

— ¿Y cómo sé yo que no se lo dices a todas?—Pregunté frunciendo el ceño.

—Por qué se los diría si no me gustan las relaciones formales.

— ¿Me estás pidiendo una relación formal?—Pregunté total y completamente anonadada. (3) se mordió el labio y se revolvió el pelo que ya estaba bastante revuelto debido a que recién se había despertado.

— ¿Es lo que quieres tú?

—Es lo que quiero yo, pero con alguien que lo quiera también.

— ¿Con mi declaración basta?

— ¿Qué declaración?—Pregunté fastidiada, y probablemente era una pregunta estúpida pero mi cerebro, como ya había dicho antes, no estaba procesando bien las palabras de (2).

—Oh, (1)—Gimió (2)—. No me hagas esto tan difícil.

— ¿Hacerte difícil el qué?

—Como la veo así no vamos a llegar a ninguna parte—Esta vez se ordenó el cabello y me miró—. Me gustas lo suficiente, tanto así que formalizaría por ti.

— ¿Me estás pidiendo una relación formal?—Mal, sigo procesando todo mal, él no podía haber dicho eso.

—Depende, ¿Qué dirías si fuera así?

¿Si fuera así? ¿Qué iba a saber yo? Generalmente no me planteaba hipótesis o posibilidades imposibles, y para ser sincera no estaría muy segura de saber qué responder.

—Sinceramente no lo sé—Murmuré y suspiré, sería mejor olvidar el asunto—. Tampoco me lo estás pidiendo ni nada por el estilo así que no es necesario que responda.

Me iba a levantar y a dejar saldado el asunto para siempre, porque ¿de qué valía enojarme con él? No me había obligado a nada, yo lo había hecho a consciencia, y sabía eso.

—Necesito una respuesta—me sujetó del brazo adivinando mis intenciones.

— ¿Por qué debería dártela? -Él miró descaradamente el gran escote que dejaba mi brasier, se relamió los labios y me volvió a mirar. Cogí la sábana y me tapé, antes de darle una bofetada, que fue despacio porque era más como una advertencia.

—Ya me extrañaba que no hubieras hecho algo como así aún—Se sobó la mejilla—. Bueno, estás aquí, media desnuda en MI cama, en MI cuarto, ah y ayer te diste un bueno revolcón conmigo—Dijo haciendo énfasis en las últimas dos sílabas.

—Eso no te da derecho a nada.

—Eso me da derecho a saber si de verdad querías estar conmigo o era que solo estabas demasiado caliente y ni siquiera te importó.

—Escucha—Dije bastante fastidiada mientras lo apuntaba con el pulgar, pero él me interrumpió y me cogió del dedo, me agarró de la muñeca y con un movimiento tan rápido e inesperado me atrajo a él, se giró y me dejó debajo de él, completamente sin escapatoria.

—Responde—Casi me ordenó.

—Tú primero.

—Creo que lo que te digo te está entrando por un oído y te está saliendo por el otro—Murmuró algo frustrado—. Me-gus-tas ¿Entiendes? Yo no le digo a las chicas que me gustan, tienes suerte. No me acosté contigo solo porque quería y ya, ahora estoy contigo porque DE VERDAD quiero estar contigo, ¿me explico?

—Busco relaciones formales—Le aclaré. Él arqueó una ceja.

—Entonces dame una oportunidad con tu “relación formal”—Dijo esto último con tono burlesco.



Me quedé mirándolo seriamente como 10 segundos, intentando averiguar qué había detrás de esos perfectos ojos miel ¿mentira, o verdad? ¿Atracción, o atracción sexual?

Es que, cómo quería él que luego de su largo historial de chicas yo me tragara ese cuento.

—No sabes lo que es eso, (2)—Dije tranquilamente.

—Tienes razón, no sé, pero podría intentarlo, (1) no seas dura conmigo ni contigo misma, sé que te gusto, me deseas-sonrió burlón.

—Bien, supongamos que ignoro tu último comentario—Dije de mala gana—. Y supongamos que de verdad me gustas, y te digo que sí acepto tu propuesta, ¿Le dirías adiós a TODAS las demás chicas?

—No sé si te has dado cuenta de que le dije adiós a todas las chicas hace como tres semanas, por tu culpa.

—Ayer te vi con una.

—Quería invitarme a una fiesta.

—Oh, qué amable de su parte—Murmuré Sarcástica.

—(1), por favor—Balbuceó—. No es mi culpa que se me peguen como imanes al metal.

—Claro que es tu culpa.

—No es mi culpa que todas estén locas por mí—Dijo con una sonrisa pirata.

—No es culpa de ellas que seas tan mujeriego, quítate de encima—Me revolví debajo de él, pero no sirvió de nada.

—Bien, ignoremos lo último; no (1), ignoraría a todas las chicas y solo tendría ojos para ti.

—Tendrías que tratarme como una reina.

—No hay problema.

—Tendrías que soportar mi carácter de mierda.

—Ya me acostumbré.

—Tendrías que ir conmigo de compras y recorrer cada tienda y darme tu opinión como si fueras mi mejor amiga.

—Suena tentador, sobre todo con la lencería.

—Tendrías que cargar las bolsas también—Ignoré el comentario acerca de la lencería.

—Cualquier cosa por ti.

—Y tendría que ser una petición formal—Sonreí, vale él y su tonta sonrisa de niñito inocente me habían convencido.

Se acercó y solo dejó que un centímetro separara nuestros rostros.

—(1), ¿Quieres ser mi novia?



Yo lo besé en respuesta.

~~~

yo la verdad no le creería a (2)....pero bueno~~ asi es nuestra protagonista...kkaebsong u.u

3 comentarios:

  1. Waaa primera en comentar yeah!!
    MUCHAS PERO MUCHAS GRACIAS POR SUBIR EL FIC EN REALIDAD YO AMO TODOS SUS FICS MIL GRACIAS POR DEDICAR SU TIEMPO Y SUBIRLOS!!

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  2. waaaa me encanto el cap !! hay q ver si (2) realmente se hace las cosas bien ..
    gracias !!

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  3. Creí haber estado comentando pero no aparecen xD
    Gracias por este cap!! La verdad me encanto
    Espero conti, y conti de su fic! :)

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